Font Blanca 2904m - 5 March 2011

Climbing this mountain has been the best adventure I´ve had in the Pyrenees so far. The snow conditions were almost optimal because about 20 or 30 cm of snow had fallen about two days before. This and the complete absence of people made the ascent especially difficult. The lack of tracks made me take the wrong way up. Then, as a crampon had fallen into a steep and narrow couloir, I had to go back. I decided to take a different route and as I was ascending again everything started going in my favour. I arrived at the final ridge sinking with every step and surrounded by complete solitude. Looking at the summit slope under its immaculate mantle of snow, I experienced that unparalleled sensation that only the mountain can give me, that feeling that has seduced and, indeed, enslaved me. The effort to win the summit had been great and so was the satisfaction. The descent down the West face was simply perfect: a total fall of a thousand metres on very steep, virgin powder. What a time I had of it: pleasure that no-one can ever take away from me. It just remains to thank Noe, Marta and Lorena, without whom that glorious March 5th, 2011 would never have been possible.

Subir esta montaña ha sido para mí la mejor aventura de las que he tenido en el Pirineo hasta ahora. Las condiciones de nieve eran casi óptimas porque había nevado unos 20 o 30 cm dos días antes. Esto y la ausencia total de gente hicieron que la ascensión fuese especialmente dura y difícil. La inexistencia de huellas hizo que me equivocase en la elección del camino de subida. Gracias a que se me cayó un crampón en una canal estrecha e inclinada tuve que retroceder y decidí cambiar el itinerario. A medida que iba ganando altura me empezaba a cuadrar todo. Cuando llegué a la arista final, hundiéndome a cada paso, rodeado de una absoluta soledad, viendo la pala somital con un manto de nieve inmaculado, sentí esa sensación irrepetible que solo la montaña puede dar y de la que ahora soy esclavo. El esfuerzo para ganar la cumbre fue grande y la satisfacción también. El descenso por la cara Oeste fue sencillamente perfecto: pendiente fuerte, nieve polvo sin tocar y 1000 metros de desnivel. Y ahora que me quiten lo bailao. Solo me queda dar las gracias a Noe, Marta y Lorena. Sin ellas nada habría sido posible en ese santo 5 de marzo de 2011.

2 comentarios:

  1. Mereció la pena subir, es una foto preciosa, montañero. eva.

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  2. Echando un vistazo a tu blog, esta foto es unas de las mejores. ¡Que envidia das! ... la cantidad de paisaje que has contemplado y los subidones de adrenalina que habrás experimentado. Espero que durante mucho tiempo compartas tus venturas y fotos en ese blog. Un saludo.

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